Cuando los jóvenes se entregan al alcohol, lo hacen a menudo convencidos de que estando ebrios van a vivir experiencias épicas. Sin embargo, la embriaguez viene colgada de una gran contradicción: lo que se hace en estado de ebriedad queda en el olvido.
Las borracheras juveniles son precisamente el tema de un anuncio lanzado recientemente en las Antípodas por la Health Promotion Agency (HPA) de Nueva Zelanda. El spot está protagonizado por un joven que, víctima de una borrachera en toda regla, se topa de bruces con los siniestros agentes del denominado “Departamento de las Noches Perdidas”.
Después de tomar fotos al protagonista y reemplazarlo por un clon de plástico, los agentes del “Departamento de las Noches Perdidas” se lo llevan a un increíble universo paralelo de color de rosa donde quienes allí trabajan se encargan de despojar al joven de los recuerdos más memorables de la noche, que son transportados y archivados en carritos.
El anuncio, que se mira deliberadamente en el espejo del FOMO (Fear Of Missing Out) o miedo a perderse cosas importantes que embarga a tantísimos jóvenes en la nueva era digital, lleva la firma de la agencia FBC Nueva Zelanda.
Con su nuevo spot la HPA trata de convencer a los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años de que apostar por un consumo moderado de alcohol es lo más sensato para no convertirse en víctimas del temido FOMO, y quedarse sin memoria por culpa de los excesos.