En Instagram y otras redes sociales, quienes se precian de ser “foodies” hacen gala de su obsesión por la comida deliberadamente complicada y pretenciosa. Pero la práctica puede tornarse en malsana y convertir a los “foodies” en víctimas de todo tipo de neurosis hasta el punto de necesitar terapia psicológica. Así lo sugiere Pizza Hut, símbolo de la gastronomía sencilla y sin complicaciones, en un spot que ha estrenado recientemente en Singapur.
El anuncio está protagonizado por varios jóvenes “foodies” que en una terapia al más puro estilo Alcohólicos Anónimos confiesan sus manías culinarias más inconfensables. Uno de los participantes admite ser adicto a la estética espuma en los platos y lamenta que esta sea tan difícil de encontrar, razón por la cual ha comenzado a experimentar con la espuma de afeitar. Otra participante reconoce que disfruta más “alimentando” a su cámara (con suculentos platos por supuesto) que a sí misma, mientras que otra chica dice tener adicción a alterar todos los menús con los que se topa en los restaurantes, y pedir, por ejemplo, tortilla de ostras sin tortilla.
Con su singular spot, Pizza Hut pretende convencer a los más jóvenes de apartar los móviles de la comida y dejar de lado los menús pretenciosos que no aportan en realidad nada al paladar y dejan, en cambio, completamente vacíos los bolsillos.
Detrás de esta producción está la agencia Ogilvy & Mather Singapur.