Diesel, la firma italiana de ropa, es mundialmente famosa no solo por sus prendas de vestir, sino también por su publicidad deliberadamente transgresora. De la misma veta subversiva llega una nueva campaña que poco tiene que ver, sin embargo, con la moda.
The Capsule es el título del spot que muestra una sala de reuniones deliberadamente incómoda y diseñada específicamente para que las latosas y a menudo improductivas reuniones de trabajo duren lo menos posible.
La nueva y singular idea de Diesel se nutre de datos estadísticos preocupantes: los oficinistas invierten la friolera de 9.000 horas en reuniones a lo largo de su carrera profesiona, pero aún falta lo peor, que es el resultado de dichas juntas. Nada menos que el 50% del tiempo que tienen a bien invertir en reuniones es tiempo malgastado.
The Capsule es una crítica y tiene la aspiración de acortar con mucho el tiempo que los oficinistas dedican a las reuniones, y se ajusta como un guante a la filosofía de trabajo de Renzo Rosso, fundador de Diesel: “Las mejores decisiones que he tomado nunca fueron rápidas”.
En un vídeo pleno de sentido del humor, Diesel demuestra cómo funciona su nuevo y fenomenal invento. Una mesa oscilante, un ventilador del que emanan furiosas ráfagas de viento, luces parpadeantes y ruido de muchísimos decibelios se confabulan para que quienes osen introducirse en The Capsule aguanten allí como mucho 15 minutos. Detrás del spot, presentado en el festival WiredFest de Milán, está la agencia Publicis Italia.