El pasado mes, Juan Carlos Rodríguez, Director General de Avanzacoach, proporcionó en la sede de la Escuela de Negocios, IDE-CESEM, los consejos necesarios para afrontar esta crisis que parece no tener fin.
A lo largo de estos últimos años se ha constatado cómo las empresas, en su afán de rentabilidad y tratando de paliar las pérdidas económicas, no tienen inconveniente en reestructurar su plantilla despidiendo a sus trabajadores. Este clima de incertidumbre laboral ha provocado que, desde hace varios meses, el paro sea la preocupación número uno de los españoles.
Esta crisis se está alargando en demasía. Hoy en día, ser bueno en el trabajo no es garantía para no ser despedido y eso provoca el pesimismo en la mayor parte de la población. En este punto es donde Juan Carlos Rodríguez, profesor de habilidades directivas en Escuelas de Negocios como IDE-CESEM, hizo hincapié en una clara diferenciación de cómo encaramos nuestro trabajo.
Por un lado están los “cohetes”, personas motivadas que siempre “van hacia arriba”. Los “flotadores” son aquellos que se mantienen, “viven con el agua al cuello”, vegetando para mantener el estatus obtenido con el paso del tiempo. Por último nos encontramos con los “plomos”, quienes siempre están pensando en forma negativa, lamentándose por la pésima situación en la que viven, pero no hacen nada por remediarlo, arrastrando al resto.
Una empresa que cuente, sobre todo con estos dos últimos tipos de personas no explotan su potencial y todos pierden. Por un lado, la persona no se realiza y no da todo de sí mismo; por otro, la empresa tiene a un trabajador que no produce todo lo que debería. Esto provoca que a la postre, estas personas acaben despedidas. ¿Cuál es la solución? El profesor Rodríguez inyectó a los alumnos de IDE-CESEM y a las empresas invitadas estos consejos para enfrentarse al día a día como cohetes. Para ello, se necesitará cumplir con los siguientes requisitos:
1. Aptitud: Hay que poseer capacidad y buena disposición para ejercer cualquier tarea.
2. Actitud: Ser capaz de mejorar en el día a día, superando las adversidades y los problemas que se planteen.
3. Desafío: Es la proyección que se hace a largo plazo, poniendo los cimientos para su complementación.
4. Compromiso: Dar todo lo que esté en nuestro interior para no perder nada y, convertirnos en los mejores.
Nuestra vida, al igual que la de las empresas, está regida por el poder, el control y la seguridad. Debemos demostrarnos a nosotros mismos que tenemos habilidades, valores y pasión para convertirnos en auténticos cohetes que hagan que entre todos podamos superar estos tiempos adversos.
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