Por Luis Roco C.
Más de alguno de ustedes se habrá puesto a pensar en las estadísticas. Estas cifras son capaces de hacer milagros no sólo en las decisiones de compra, sino también en nuestra manipulable percepción de lo que nos rodea. Las encuestas generan muchas reacciones a partir de las opiniones de unas pocas personas (el mismo efecto pasa en la televisión y el Rating. Unos pocos hogares conectados son capaces de hundir o catapultar cualquier programa).
Un presidente puede hacer tambalear su gestión por una simple encuesta de aprobación popular. Aunque el personaje acepte, rechace o le sea indiferente, esa especie de “virus” ya ha sido insertado en la opinión pública provocando que el clima electoral se agite entre nuevas alternativas. Lo que yo piense acerca del personaje, aunque no haya participado en la encuesta, tiene el mismo efecto mencionado anteriormente en el Rating de los canales de TV.
Esta opinión que quiero compartir con ustedes va dirigida hacia la percepción de las encuestas y estudios de opinión pública y no cuestionan su seriedad, profesionalismo y respaldo de estudios científicos. Digamos que las estadísticas son una especie de Google de las opiniones y sentir ciudadanos. En algunos países llegan a ser tan importantes, que los candidatos pelean a muerte cada punto (¿Inside el resultado de la encuesta antes de las elecciones? Yo creo que sí. A nadie le gusta quedar con “cola”).
Ahora, sigamos con un ejemplo. Si yo les dijera que 9 de cada 10 personas leen mi Blog, lo primero que pensarían es “¡¡¡Qué genial!!!!, pero si también agregara que la encuesta la hice entre 10 personas de mi familia, cambiaría la cosa. Pero no lo suficiente, porque la percepción inicial de que prácticamente todo Chile y el mundo lee mi blog quedó y esa primera impresión es la que vale. ¿Cómo llego a asociarme tan fácilmente con un resultado si ni siquiera conozco en profundidad la base o estructura de esos estudios? Fácil. Los medios.
Tal como pasó hace unos días con la bullada declaración de Inés Pérez (Nanas) en “contra” de que caminen por las calles de su condominio, una mano negra manipuló la información sin ningún asco. Si revisan el primer video (el que saturó todas las redes sociales) se darán cuenta de lo notorio del corte y descontextualización, pero extrañamente, no le importó a nadie. Era más entretenido suponer lo contrario. La idea era tener la exclusiva y poder presentar a la Opinión Pública lo que quería ver, sentir y escuchar. Si no habían dichos impactantes, no había noticia ni nota. En todo caso, los canales son el mejor ejemplo de discriminación (valga la redundancia).
Con las estadísticas hay mucho de sugestión: “3 de cada 10 personas podrían sufrir cáncer”. ¿Quieres fumar? Se me quitaron las ganas.
A diario se publican miles de estudios de todos los tipos a nivel mundial, que gracias a los medios y a nosotros mismos se riegan y esparcen como para justificar el sueldo y horas extras de los miles de científicos.
Recuerdo, hace unos años, un estudio que señalaba que bañarse o ducharse en forma diaria era perjudicial para la salud. Aparte del Chavo, no creo que a nadie le haya gustado mucho aquel estudio. Si dejas de usar corbata contribuirás a ahorrar energía. El problema es que mi oficina no tiene aire acondicionado y, por ende, agitar una hoja de cartón para enviar aire fresco al rostro deja de ser un buen ejercicio cardiovascular ( a propósito ¿Cuántas Calorías se queman con sólo encender el carbón en un asado?)
Revisen su Facebook. Vean el Muro de sus ingenuos amigos, que copian cuanta cadena sale por ahí. Una gran mayoría sigue las instrucciones sin ni siquiera preguntarse si es real o cuál es la fuente de que “Facebook va a cobrar por su uso al mismo estilo que el extinto Fotolog”. Lo único malo es que no es un tema muy nuevo.
Editar las estadísticas con el objetivo de influenciar en la persona para que consuma un determinado producto o imagen no es ético, pero sí rentable. “Si la masa no piensa, nosotros pensamos por ella. Je Je Je Je”.
“8 de cada 10 gatos comerían Súper WizCatz”, ¿todos los días?, ¿eran gatos callejeros?, ¿sólo los del casting?, etc. Ustedes me entienden y también se han fijado que una de las cosas que caracteriza a nuestra humanidad son los gustos distintos. Odio el ajo cocido, pero a otros les fascina. Contestaste la encuesta bajo la lluvia y no aprobaste la gestión de tu presi, pero, el problema es que ni siquiera estás inscrito para votar. O sea, me da lo mismo tu opinión si no haces nada por mejorarla.
“7.000 millones de humanos morirán dentro de unos años”. ¿Cómo?, ¿Acaso todos no tenemos vida eterna ni nos dimos cuenta que la muerte ya viene incluida en la promoción? Y para cerrar mi columna les tengo una buena noticia. Según el último estudio, 10 de cada 10 personas leen mi Blog. Gracias por apoyar mi sitio.
Luis Roco C.
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