Es ya tradición que acudamos a IKEA para encontrar solo un par de cosas para la decoración, pero al final salimos de la tienda con el carrito a tope de cachivaches. Y aunque pequeños y hasta aparentemente inútiles, tales adminículos desempeñan un papel de primer orden en nuestro día a día. Así lo demuestra IKEA en un nuevo anuncio estrenado en Alemania.
En el spot, la célebre multinacional escandinava trata de fagocitar la mala conciencia que se apodera a menudo de sus clientes cuando se zambullen en los atestadísimos pasillos de sus establecimientos, poblados de múltiples y tentadores chismes para el hogar. Mientras, cómodamente repantigado en una butaca, Joe, el niño que es el foco del comercial, contempla con aburrimiento las interacciones de sus amigos y familiares con diferentes artículos con el sello de IKEA.
Inspirado por el catálogo de IKEA que tiene frente a sí, Joe juega a imaginar lo que sucedería si pudiera hacer desaparecer los productos de la marca sueca con un mero pestañeo. Y gracias a este singular juego, el espectador es consciente de que sin los no tan inútiles cachivaches “made by IKEA” (vasos, cubiertos o cubos de la basura) muchas cosas dejarían de funcionar efectivamente en el hogar.
Detrás del anuncio, que lleva por lema “Pequeñas cosas, gran resultado”, están la agencia germana Thjnk Berlín, las productoras CFS y Bigfish y el regidor Frieder Wittich.
“A la mirada de los adultos escapan a menudo las pequeñas cosas, pero estas son en realidad bastante más importantes de lo que pensamos”, recalca Stefan Schulte, director de creatividad de Thjnk Berlín.