Por Eva Llorca – Noergia
Hasta hace cinco años, casi nadie sabía a qué nos referíamos cuando hablábamos de infografía. Ahora, la creación de infografías se ha democratizado, además de convertirse en una auténtica locura viral. El hecho de crear historias visuales con datos no está pensado sólo para diseñadores gráficos, cualquier negocio (por pequeño que sea) cuenta con herramientas a su alcance para crear una infografía que atraiga a nuevos clientes.
A todos nos gustan los datos, pero leerlos en un artículo puede ser tedioso, en tanto que el contenido gráfico es mucho más amable a la vista (y más apreciada para los lectores). Un reciente estudio realizado por HubSpot reveló que los elementos gráficos generan un 53% más de “likes” que un mensaje de texto en redes sociales.
Y es que, salvando las distancias, los jeroglíficos egipcios o las pinturas rupestres (que existían en el 3.000 a.C.) ya eran primitivas infografías. No es una herramienta nueva, aunque sí se ha renovado de tal forma que es más fácil y más rentable que un vídeo. Y, todavía más, si se diseña de manera óptima puede ser incluso más eficaz.
Antes de diseñar una infografía, es necesario realizar un pequeño guion que responda a las siguientes preguntas:
- ¿Las estadísticas y datos que se presentan provienen de una fuente de confianza y actualizada?
- ¿Ofrece soluciones para el lector?
- ¿Existe un equilibrio entre gráficos y palabras utilizadas?
- ¿Tiene un tamaño adecuado para que sea fácil de descargar y compartir?
- ¿La idea es original? Si no es original ¿se ha puesto en contacto con la fuente original del estudio y se ha solicitado la autorización oportuna para crear la infografía a partir de los datos?
- ¿Los titulares captan la atención?
Otro de los aspectos importantes que deben tenerse en cuenta es la audiencia y cómo de orientado está el mensaje a ella. Por ejemplo, si se quiere llegar a jóvenes de entre 13 y 17 años que pasan más de 15 horas a la semana conectados a internet, un gráfico genérico de cómo afecta el consumo de la electricidad al medioambiente, seguramente no le hará despertar su interés. Pero si se busca algún punto de conexión con este tipo de público como sus aficiones, hobbies o gustos, se obtendrá mejor su atención.
Tres herramientas gratuitas
Cuando decimos que la creación de infografías se ha democratizado es porque no hace falta ni ser diseñador ni contar con un gran equipo de diseñadores. En la red existen diferentes herramientas gratuitas, muchas de ellas con plantillas prediseñadas y opciones para diseñarlas por nosotros mismos sin muchos tecnicismos:
- Easel.ly: Es una herramienta que permite hacer infografías de manera muy intuitiva con un simple “arrastrar y soltar”. También viene con plantillas prediseñadas que se pueden utilizar con todavía menos complicaciones.
- Piktochart: Tiene casi todas las características que Easel.ly. La opción para exportar una infografía creada en HTML es lo que hace Piktochart único. Las infografías estáticas, una vez exportadas como HTML, tendrán bonitos efectos hover. En sólo tres pasos se crea una infografía: se elige el tema, se personaliza y se publica.
- Visual.ly: Permite crear infografías y subirlas a las redes sociales con un solo click. Una de las características de esta herramienta es que cuenta con una comunidad formada por más de 35.000 diseñadores que nutren de nuevos diseños para componer gráficos atractivos visualmente.
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