En los últimos tiempos KFC ha hecho de su emblemático eslogan «Finger Lickin’ Good» su tarjeta de presentación en sus campañas publicitarias.
Hace poco la famosa cadena de pollo frito estrenaba en Reino Unido una campaña en la que celebraba la delectación con la que sus clientes se chupan los dedos cuando disfrutan sus productos.
Pues bien, en Oriente Medio, y sabedora de la costumbre de sus clientes de comer con las manos y, consecuentemente, de pringarse, la multinacional estadounidense ha decidido poner más fácil a su clientela el aseo de en estas situaciones. ¿Cómo? Convirtiendo buena parte del papel presente en sus establecimientos en servilletas (vitales cuando uno se lleva comida a la boca sin cubiertos).
En algunos de los restaurantes de KFC en Oriente Medio, la marca se ha tomado la molestia de transformar las bolsas para los menús, los carteles, los flyers, los salvamanteles e incluso los recibos de compra en servilletas.
Fabricadas con papel tisú de naturaleza ecológica y con tinta especial resistente a los «restregones», las singulares servilletas de KFC están presentes en prácticamente todos los rincones en sus restaurantes a fin de facilitar que los clientes puedan mantener aceptablemente limpias sus manos tras deleitarse con el delicioso pero grasiento pollo frito de la cadena de comida rápida.
La campaña, que lleva la rúbrica de la agencia afincada en Dubái TBWA/RAAD, se ha echado a rodar en un total de 87 restaurantes de KFC en Emiratos Árabes Unidos y en Líbano.
