Por Inma Jiménez
En un sector en el que una de las principales armas que podemos esgrimir a la hora de desarrollar nuestra presencia online es el marketing de contenidos en sus muy diversas formas, un buen aliado es lo visual, lo que se queda grabado en la retina, puesto que, como ya sabemos, todos tendemos a recordar mejor lo que vemos y nos impacta.
Por otro lado, en el mundo del social media nos vemos obligados muchas veces a explicar conceptos, campañas, productos que pueden ser difíciles de conceptualizar, motivo por el cual necesitamos hacer de ellos algo fácil de ver y de entender.
En este sentido, la infografía nos puede ayudar mucho, puesto que nos permite conceptualizar y hacer fácilmente comprensible, de un vistazo, lo que queremos transmitir, además de ser una herramienta muy versátil al poder usarse para múltiples presentaciones, tales como conceptos, materiales formativos, currículos y un sinfín más de aplicaciones.
La infografía permite reflejar gráficos, estadísticas, ilustraciones, mapas conceptuales y todos aquellos elementos que nos permitan organizar visualmente una idea, un concepto o cualquier otro elemento que necesitemos mostrar fácilmente, además de tener la ventaja de poder incluir en ellas elementos multimedia tales como vídeos o distintos enlaces.
Ahora bien, un error que se suele cometer muy frecuentemente a la hora de desarrollar infografías es el mismo en el que se suele caer cuando realizamos presentaciones: no podemos olvidar que una infografía es un elemento de apoyo a una presentación, algo que lo que hace es proporcionarnos una guía mental para organizar nuestras ideas, por lo que no es conveniente incluir demasiada información, ya que eso la convertiría en un elemento confuso e inservible.
Hay que ser cuidadoso con la cantidad de información que incluimos en la infografía. Lo fundamental es que sea capaz de transmitir la idea, el concepto para el cual nació, todo lo demás es completamente accesorio, así como que sea sencilla aunque elaborada a la vez, que ofrezca la información justa y necesaria, permitiendo a quien lo desee profundizar más sobre el tema.
Una gran ventaja de la infografía es que, al ser un elemento gráfico, tiene un gran potencial para ser viralizado, compartido por todos los usuarios, lo que proporciona un alcance muy importante, pudiendo estar presente en muchísimas plataformas asociando esa infografía a nuestra marca, lo que genera beneficios para nuestra imagen de marca.
Herramientas para montar infografías: Power Point, Google Public Data y otras muchas.
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