Por Inma Jiménez – Noergia
Todos hemos leído y escuchado uno y mil artículos y ponencias en los que los expertos nos cuentan cómo debe ser una web para que consiga lograr los objetivos para los que se crea.
En resumen, una web depende del objetivo de la marca, está a su servicio, y, en función de ello, así será el diseño, la organización y arquitectura web, y, por supuesto, el contenido que se cree para colgar en ella.
Pero, yendo un poco más allá, profundizando un poco más, vamos a analizar no cómo tiene que ser una web, sino qué es la web, cómo está formada, cuál es su anatomía más profunda, y, para ello, la vamos a comparar, como no, con el cuerpo humano.
Todo cuerpo humano está formado por un soporte que es lo que permite la cohesión de ese cuerpo como un ente sólido, el esqueleto. El esqueleto hace que un cuerpo se estructure bien, que pueda sujetar los músculos, los órganos, las fibras del cuerpo… En una página web también necesitamos ese esqueleto en el que todos los demás elementos de la misma se sujeten bien y formen un conjunto, y, en este caso, ese esqueleto es el código.
En el código está escrito absolutamente todo: la organización estructural de la web, los colores y fuentes que se van a usar, los elementos de los que va a constar… Todo. Por eso es más que necesario que nuestro código sea correcto, que no haya errores ni fallos. Si falla el esqueleto, falla todo lo demás.
Igual que el cuerpo tiene huesos, también tiene órganos. Nuestros órganos realizan las distintas funciones vitales de nuestro cuerpo, al igual que las categorías de nuestra web, que representan no sólo las funciones de nuestra web, sino también cómo está organizada para hacer la web más operativa y funcional. Sin los órganos de la web, las categorías, nuestra página web no podría funcionar para el usuario de la manera en que él necesita. Es algo fundamental.
Otra parte esencial de nuestro cuerpo es el cerebro. De él salen todas las órdenes que se dirigen a las distintas partes de nuestra anatomía, como hacer que se levante un brazo o abrir la boca para comer. Asimismo, el cerebro de nuestra web es la base de datos, la que almacena toda la información vital de nuestra web y que ésta necesita para funcionar de la manera en que debe hacerlo.
El cerebro de nuestra web es lo que la impulsa y la hace avanzar correctamente.
Qué haríamos sin nuestros ojos… es lo que nos permite ver. Nos permite recopilar datos externos que enviamos a nuestro cerebro. Eso es lo que hace el Call To Action en nuestra web, permitir que el cliente nos vea y se anime a realizar la acción que nosotros deseamos.
La sangre es lo que lleva los nutrientes a todas las partes de nuestro cuerpo, igual que hacen los links internos que usamos, haciendo circular la información interna de nuestra web, mientras que los músculos, lo que hace la verdadera fuerza en nuestro cuerpo, es el contenido.
Pero, por supuesto, el cuerpo necesita comida para proporcionarnos los nutrientes que necesitamos, y, esos nutrientes no son más que los links externos de los que se alimenta nuestra web.
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