Corría el año 2002 cuando un jovencísimo LeBron James ya dibujaba su futuro cercano. Estaba tan seguro de sí mismo, que decidió tatuarse una frase que después le definiría. “The Chosen 1” fueron las palabras que James, con 18 años, se grabó en la piel.
A pesar de las dudas del propio tatuador, el joven deportista no lo dudó. Su confianza le llevó, apenas un año después, a pisar la liga de baloncesto más importante del mundo y a alzarse como un auténtico referente del baloncesto mundial.
Esta misma constancia, disciplina y seguridad es la que Nike ha querido transmitir a sus consumidores a través de una nueva campaña en la que, precisamente, se plasma la historia de LeBron James, de su tatuaje y de su inquebrantable persistencia. Es así que en 50 segundos, la marca lanza un mensaje de superación personal animando a su público a alcanzar la excelencia y a derribar las barreras que se puedan poner en el camino.
El anuncio, titulado The Tattoo, ha sido creado por la agencia Wieden + Kennedy Portland y dirigido por Hiro Murai.