Por Inma Jiménez – Noergia
Uno de los principales atractivos de las redes sociales es el hecho de poder encontrar usuarios que sean valiosos para nosotros, interesantes de seguir, por el contenido de calidad que comparten y/o crean, un contenido que nosotros ayudamos a difundir.
Al inicio de nuestra andadura en el social media, uno de los consejos que recibimos, yo al menos lo recibí de mi mentora, es localizar a los influenciadores y seguirlos, allá donde estén, ya que de ellos podemos aprender mucho, así como nos pueden presentar a otros profesionales que siguen la misma ruta, de los que podemos obtener un gran valor.
Para aquellos usuarios que ya tienen algo más de experiencia en las redes sociales puede ser más fácil localizar a un influenciador, pero, la cosa puede ser muy diferente para aquel usuario que es nuevo en su uso, con menos experiencia.
Así pues, ¿cómo localizamos a un influenciador, cómo sabemos quién puede aportar valor añadido de verdad?
Según mi experiencia, los directorios como Twellow o Wefollow para buscar usuarios relacionados con el tema que nos interesa funciona muy bien. Estos buscadores se basan para proporcionar el ranking de usuarios en el número de seguidores que tienen, aunque esta forma de clasificarlos no siempre es definitiva, todo depende del criterio que se busque, pero, para empezar, nos puede valer.
Puede pasar que un influenciador con miles de usuarios a nosotros no nos aporte mucho, pero, para empezar, es imprescindible seguirlos.
Ser un influenciador es más que contar con una gran masa de usuarios que nos sigan, que tuiteen y retuiteen nuestro contenido. Influenciar en los demás implica aportar una visión personal y propia a los demás, y que esa opinión les afecte de forma positiva. Significa crear conceptos nuevos y distintos a los ya conocidos y cambiar su mentalidad, su forma de pensar. Hace ya algún tiempo, Gaby Castellanos, en una charla en Sevilla, afirmó que el primer influenciador de la historia fue Jesucristo, puesto que cambió la mentalidad que existía en una época creando una nueva corriente de pensamiento con la que fue consecuente a lo largo de su vida, y que hoy, más de dos mil años más tarde, aún sigue vigente.
El influenciador debe aspirar precisamente a eso, a sentar cátedra, no a conseguir una gran cantidad de seguidores.
Conseguir followers no es muy complicado, basta con hacer ruido y tuitear y retuitear mucho, pero, cambiar el modo de ver las cosas de la gente, es más complicado.
Hay que aportar algo nuevo y compartirlo, mostrándolo a los demás con verdadera pasión.
Inma Jiménezinfo@noergia.com
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