Por Belén Ávila Rodríguez de Mier
La ecología de los medios es una corriente de pensamiento comunicacional generalista y transmediático que surge en los años sesenta de la mano de Marshall McLuhan y que tiene por objetivo la construcción de un panorama global de todos los procesos que afectan a la comunicación. Como apunta Scolari (2010): «Desde las relaciones entre los medios y la economía hasta las transformaciones perceptivas y cognitivas que sufren los sujetos a partir de su exposición a las tecnologías de la comunicación«.
Hablar de ecología de los medios es hablar de McLuhan, padre del concepto y de la Escuela de Toronto, de la que son figuras esenciales Harold Innis y Alvin Toffler, cuyos estudios se han centrado en el análisis de los efectos de las tecnologías de la comunicación en todas las esferas de la vida del hombre a lo largo de la historia.
Aunque McLuhan es el padre del concepto, será Neil Postman el que lo oficialice en el entorno académico en una conferencia que imparte en la National Council of Teachers of English (1968), en la que define la ecología de los medios como el estudio de los medios como ambientes (ecosistemas o galaxias) que han de ser estudiados desde tres dimensiones: cual si fuesen estructuras, por su contenido y desde el impacto que ejercen en las personas.
En 1971, Postman crea el primer programa Media Ecology en la Universidad de Nueva York. Y en 1998 cinco de sus alumnos forman la Media Ecology Association (MEA) que edita la revista científica Explorations in Media Ecology y que tiene por objetivo «promover la excelencia en el campo de la Media Ecology, desarrollar redes de trabajo, apostar por la interdisciplinaridad en la investigación y la cooperación entre instituciones y la implementación de la educación en Ecología de los medios a nivel curricular«.