El nuevo modelo de iPhone tenía programado salir al mercado para finales de marzo, pero lo único seguro a estas alturas es que definitivamente no podrá ser en esas fechas. La expectativa generada por la marca de la manzana era muy alta, ya que no se trataba de un modelo más, sino del primer dispositivo «low cost» de Apple.
Apple ha sufrido especialmente este virus debido al impacto en la producción de este nuevo dispositivo, así como de los que ya están en el merado, puesto que desde otoño se ha frenado su fabricación y, por tanto, el modelo «low cost» seguirá a la espera de ver la luz.
Pero no es lo único que Apple ha pospuesto. La marca se ha visto obligada a atrasar la WWDC, una gran conferencia de desarrolladores que se suele celebrar en junio y sirve como escaparate para las nuevas entregas de iOS y macOS, entre otros. Decisión que llega después de que las autoridades de Santa Clara emitiesen un comunicado de que se cancelasen todos los eventos de más de mil personas durante tres semanas.
Este evento se ha celebrado en ocasiones en Nueva York, pero la situación obliga a cancelarlo, debido a que cuenta con más de 4.000 visitantes de todo el mundo. Apple no ha dado fechas sobre si se llevará a cabo más adelante o si optará por una presentación virtual o una nota de prensa más simple. Aunque haya margen de tiempo, los preparativos comienzan mucho antes y es por ello que la decisión se ha tomado en este momento.
Las medidas internas a las que se están sometiendo los trabajadores de la marca se enfocan en quedarse en casa, flexibilizando el teletrabajo a todos aquellos que no tengan ningún tipo de problema para llevarlo a cabo.