Por Eva Llorca
Muchas empresas piensan que los anuncios en Facebook no son rentables, que no funcionan. Lo cierto es que muchas de estas experiencias son fruto de malas gestiones. Si se utilizan de manera adecuada, se pueden llegar a obtener hasta un 600% de retorno de inversión. A continuación explicamos cómo.
En primer lugar, deberíamos olvidarnos del pago por click tradicional. Muchas campañas en Google AdWords funcionan bien casi dejándolas en “piloto automático”. No es así con la red social del “Me gusta”. Una vez que nuestro objetivo demográfico ha visto nuestro anuncio una y otra vez, la tasa de clicks caerá, y nuestro coste por click se elevará, destruyendo así el ROI. Para tener éxito con este tipo de anuncios, tenemos que preparar una campaña con un ciclo de vida corto. Lo ideal sería que no durase más de una semana.
Es importante que el anuncio sea llamativo. Muchas empresas utilizan su logotipo a modo de imagen y ésta es una estrategia poco apropiada. Los anuncios con más éxito ignoran, curiosamente, por completo a la propia empresa en el copy y la imagen publicitaria. En su lugar, se centran en aquel producto o servicio que a la gente le apasiona. Sólo hay que pensar en nuestro comportamiento de usuarios: cuando entramos en nuestro perfil de Facebook, ¿qué anuncios logran captar nuestra atención y por qué?
Los anuncios en Facebook fallan, 1 de cada 4 no funciona. Precisamente por esto deben tener una “esperanza de vida” corta. El usuario de Facebook no es igual que el de Google. En el buscador, introducimos un término de forma puntual y estamos pendientes en ese momento de encontrar aquello que necesitamos. El usuario de la red social está permanentemente en el entorno de Facebook, va a pasar por alto los anuncios si no somos lo suficientemente atractivos.
Los mejores anuncios se dirigen a los usuarios apasionados, a los cómplices con la marca, a los fieles de un producto, un servicio, una idea. Es un error crear un anuncio genérico, con un mensaje ambiguo, debemos ser claros.
Por otro lado, Facebook utiliza los “Me gusta” de los usuarios para determinar quién puede ver nuestro anuncio. Por lo que, antes de iniciar una campaña, hay que estudiar a los usuarios (podemos consultar los mejores usuarios con algún programa de medición y monitorización como Pirendo).
Y, por último, sobre el coste por click, la mejor estrategia es siempre hacer una oferta dentro del rango sugerido inicialmente. Una vez que el anuncio haya sido aprobado, podemos ir empezando a bajar la oferta hasta que llegue al umbral deseado. Eso sí, esta estrategia sólo funciona con un anuncio que tenga un buen copy, una excelente imagen y esté bien segmentado.
En definitiva, los anuncios de Facebook son un tesoro todavía sin descubrir: son más competitivos que los banners tradicionales, hay menos competencia que en AdWords y, si se siguen estos consejos, se conseguirá un mejor retorno de la inversión.
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