Papel higiénico de unicornios, tabletas de chocolate de unicornios, “smoothies” de unicornios, saleros de unicornios… En los tiempos que corren las marcas parecen haber sido contagiadas por el virus de los unicornios, que están en todas partes y son, al parecer, un arma marketera de atracción masiva.
La última empresa en ceder a los encantos de los unicornios es el fabricante de productos lácteos Arla, que ha ideado un curioso híbrido de vaca y unicornio para promocionar las bondades de la marca de leche Cravendale.
Este híbrido, bautizado como “moonicow”, es el protagonista de un delirante anuncio filmado a modo de documental en el que los habitantes del pueblo ficticio Cravendale dan cuenta de los “milagros” realizados por esta mágica criatura y ponen también sobre la mesa múltiples pruebas de su existencia: estiércol con purpurina, por ejemplo.
Detrás de este derroche de creatividad está la agencia británica Wieden + Kennedy Londres.