Hace algunas semanas la sociedad protectora de animales PETA impactabacon un spot en el que una niña trababa amistad con un adorable cerdito que terminaba convertido en escalope en su plato. Con Halloween a las puertas, PETA regresa al ruedo publicitario con otro anuncio de alto impacto que lleva la firma, como el anterior, de la Academia de Cine de Württemberg.
El spot, de 75 segundos de duración y pensado para el mercado alemán, se inspira en todo un clásico de la música infantil: la célebre canción Old MacDonald had a farm. Solo que en el anuncio de PETA la canción se metamorfosea, sin embargo, en Old McDonalds HORROR-Farm.
La protagonista del spot es una niña que se pasea por una granja, donde se topa de bruces con una vaca pastando. La atmósfera aparentemente idílica del anuncio se diluye a partir de ese momento para dar paso al horror más sangriento.
Al bóvido que la pequeña contempla en principio curiosa y hasta divertida le asestan un disparo en la frente y la herida infligida al animal salpica de sangre el rostro de la niña. A continuación, las bucólicas imágenes de la granja dan paso a las crudas imágenes de un matadero y a las imágenes salpicadas de sangre de las vacas y los cerdos allí sacrificados.
El anuncio alcanza su punto más álgido y siniestro al final, cuando entra en escena un coro infantil, cuyos miembros portan sobre sus cabezas extraños cuernos de vaca y crestas de pollo y entonan la melodía que da título al spot. Al frente del macabro coro está un hombre que, con un hacha en la mano, dirige las voces de los niños.
“Pon punto y final al horror” es el crudo mensaje que sirve de colofón al spot, con el cual PETA trata de ganar adeptos para el veganismo y acabar así con el feroz maltrato del que son víctimas a veces las animales a fin de procurar alimento a los humanos.